La experiencia del festival

Lo primero que notamos al llegar a un festival kadampa es que nos encontramos entre personas afines y a todos nos impregna un extraordinario sentimiento de armonía y comunidad.

¿De dónde proviene este sentimiento?

Puesto que todas las personas que vienen al festival tienen la misma intención, aspiración espiritual y siguen al mismo maestro, sentimos que todo el mundo forma parte de nuestra familia, una gran familia espiritual que viaja unida por el mismo camino interno.

La visión de un futuro mejor

Este sentimiento de compartir un fin común y un apoyo mutuo es poderoso e inspirador y nos abre la mente en pos de un futuro mejor, una visión que se muestra realmente alcanzable.

Por todas partes podemos comprobar esta unión de diversidad y armonía: entre las personas que escuchan y meditan en el templo, entre los niños que juegan en el área específica para ellos, o en la asamblea de los preciosos maestros que enseñan durante el festival.

Podemos llegar a experimentar, por experiencia propia, la profunda y compasiva visión del venerable Gueshe Kelsang Gyatso Rimpoché: un mundo en paz en el que todas las personas se respetan y aprecian mutuamente.

Hemos de estar aquí, en los Festivales Internacionales Kadampas, para llegar a sentir por experiencia propia la poderosa fuerza de esta visión. Es por esto que estos festivales kadampas son tan importantes, y por lo que el venerable Gueshela siempre nos ha animado a acudir a ellos.

No encontraremos esta experiencia en ningún otro lugar.