“Lo veo todo mucho más claro ahora. Las cosas han cobrado mucho más sentido que antes”, me dice una mujer de Boston durante el desayuno del último día, mientras comparte la admiración que siente por su primer Festival de Verano.
“¡Hubiera sido muy fácil habérmelo perdido! ¡Estoy tan agradecida de haber hecho ese esfuerzo de venir!”.
Nos interrumpe un anuncio para agradecer la ayuda a las/os voluntarios que se han encargado de la carpa del desayuno durante el festival (¡muchos de los cuales han comenzado a las 5am cada día!). Es simplemente un ejemplo más de la increíble bondad que hemos presenciado en los demás, en todas las facetas del funcionamiento de este Festival.
El Festival concluye con el visonado de una producción especial sobre la Vida de Buda.
Dirigida, coreografiada, interpretada y filmada, en su totalidad, por practicantes budistas kadampas en previos Festivales de Verano, la obra muestra la dignidad, sabiduría y bondad supremas con las que Buda vivió su vida, y nos inspira a hacer nosotros lo mismo.
Tras su visionado, guenla Kelsang Dekyong compartió algunos consejos especiales más, sobre cómo llevar a nuestras vidas diarias la esencia del Festival de Verano. Nos animó a que mostráramos nuestro ejemplo de ser más amables y apacibles. Y bromeó con que puede que nuestros amigos y familiares noten el cambio ¡y nos quieran regalar la reserva para el próximo Festival!
Muchos taxis, coches y autobuses se van cargando de gente lista para llevarse consigo, a su vida diaria, estas experiencias tan especiales del Festival. Muchos otros también salen en pos de “retiros post-festival” en diversos Centros Internacinales de Retiro y/o KMCs por todo el mundo.
A medida que el festival se va terminando para muchos, el trabajo de desmontar comienza para el nutrido grupo de voluntarios que decide quedarse y hacer que el KMC Manjushri esté de nuevo listo para su apertura al público.
Ahora la cuenta atrás comienza para el siguiente Festival, el de Otoño. Será en octubre en el Centro de Meditación Kadampa Deuachen, en Sintra (Portugal).
¡Venerable Gueshela: gracias por tan extraordinario Festival!