Una mágica experiencia

Los festivales son una fiesta espiritual como ninguna otra. Nos dan la oportunidad de alejarnos del ajetreo de la vida cotidiana y dedicar tiempo a nuestro desarrollo espiritual interior durante un periodo bien definido. De este modo aceleramos nuestro progreso y profundizamos nuestra comprensión y experiencia en un periodo relativamente corto.

El Festival de Otoño tendrá lugar entre las impresionantes colinas del Parque Nacional del Distrito de Jacaré, Cabreúva, a poco más de una hora de São Paulo.

En los catorce años desde que fue inaugurado por el venerable Gueshela, el templo ha tenido muchos maravillosos cambios. Se han construido nuevos edificios, incluyendo alojamientos, los árboles han crecido y se han dispuesto asientos en los alrededores para disfrutar mejor de este apacible entorno. Todo esto contribuirá a vivir una mágica experiencia en este hermoso y bendecido espacio.

Todo el mundo es bienvenido

También tenemos la oportunidad de conocer y formar parte de una comunidad internacional diversa. Todas las personas de cualquier edad y nivel de experiencia son bienvenidas a asistir al festival.

Los festivales son acontecimientos muy entrañables; es fácil conocer gente nueva a través del voluntariado y durante las comidas. Como todo el mundo intenta poner en práctica las enseñanzas, hay una apertura y una aceptación que hacen del festival una experiencia muy segura e integradora.

Una visión de un mundo mejor

Durante los festivales kadampa todo el mundo intenta mejorar su estado mental a través de las enseñanzas y las meditaciones guiadas. Un efecto inmediato de esto es que empezamos a ver cómo sería un mundo en el que todos nos ayudáramos mutuamente, libres de engaños y de negatividad. Esta visión es a la vez inspiradora y fortalecedora. Llegamos a creer que un mundo mejor es posible y desarrollamos el deseo de trabajar para conseguirlo.

En los festivales vemos las enseñanzas en acción dondequiera que miremos: personas conviviendo en armonía, otras escuchando y meditando en el Templo, niños de muchas nacionalidades jugando juntos, voluntarios trabajando con alegría y el ejemplo puro de los maestros que guían el festival.

Al asistir al festival en persona, es posible ver por uno mismo la visión profunda y compasiva del venerable Gueshe Kelsang Gyatso Rimpoché: un mundo en paz en el que todos se respetan y aprecian.

Hay que estar en un Festival Internacional para sentir el poder de esta visión; es por ello que los festivales son tan importantes y por lo que el venerable Gueshela nos anima a asistir a ellos.

No encontraremos esta mágica experiencia en ningún otro lugar.